Ofrecimiento
y entrega a la divina
Providencia
en manos de María .
Madre mía, el Señor me concede
este nuevo día, para más conocerle, servirle y amarle. Por ello, pido a vuestro
Purísimo Corazón me alcance luz y gracias suficientes para que todo cuanto haga,
piense, hable, oiga o vea, sea del agrado de la adorable y Santísima Trinidad.
Asistidme continuamente Madre del
Amor y hacedme participante de «algo» de lo que el Señor os dio. Miradme
siempre compasivamente y que yo así mire a los demás, para que nunca me aparte
de la Voluntad de nuestro Dios.
Os pido que vayáis «recogiendo»
todo cuanto haga espiritual o materialmente. Dejadme entrar en vuestro Corazón
virginal y allí vivir todos los instantes de mi vida. Que «todo», lo acepte
sumiso por amor y lo aproveche para la exaltación del Nombre de Jesús, y que
todas las criaturas del Universo conozcan y amen a Dios.
Os ruego, Virgen Madre, supláis
todo lo que debo hacer para gloria de mi Señor y que toda mi vida, desde este
momento y para siempre, vaya unida a todo cuanto hizo Jesús en la tierra. De
todas mis cosas, y de cuanto hay en mí y puedo ser en adelante, disponed
absolutamente según vuestro agrado, en acción de gracias por todos los
beneficios que he recibido de vuestra mediación. Amén.
¡Atráeme en pos de Ti, ¡oh Virgen
Inmaculada, Santa Madre de Dios!
Nicolás Caballero, cmf
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